¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Cómo aplicarla? ¿Qué beneficios tiene?
La humildad hace a las personas y a las empresas realmente grandes en todo sentido. Muchas veces la palabra humildad es descontextualizada y aplicada como un diminutivo de sumisión frente a un mundo globalizado donde prevalecen las imágenes de poder, triunfo y ego.
No obstante, es menester destacar que, tanto en la calidad humana como en el arte de hacer negocios, la humildad es requisito indispensable para lograr éxito y felicidad de manera real, sostenible y verdadera.
Todo parte del propio significado de la palabra humildad, según la REA destacamos el siguiente:
“Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y
debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”.
Todas las personas somos líderes en potencia, de hecho, una persona es líder de su propia vida forjando su destino a través de sus decisiones cuyo resultado nos llevan al éxito o aprendizaje.
En consecuencia, se debe tener la humildad de conocer, amar y aceptar nuestras debilidades y también fortalezas potenciando lo bueno de nuestro ser y trabajar siempre la mejora continua personal. Todo parte del autonocimiento y amor propio
Luego cuando la persona decide emprender o forjar empresa, comienza a liderar un grupo humano muy valioso porque son los seres que ayudarán a hacer el sueño empresarial realidad y exitoso.
La “humildad” del empresario se vuelve indispensable para liderar porque que va a tomar las riendas de la dirección de otros seres humanos y la vida de una empresa.
En consecuencia, el empresario debe ser humilde en 2 aspectos: en su faceta personal y en su faceta empresarial.
El autoconocimiento y amor propio pueden hacen a una persona invencible si es aplicado de manera sana, armónica y realista.
Al aplicar la humildad en la relación empresario y empresa donde el empresario también debe conocer las fortalezas y debilidades de su empresa; de su equipo y también conocer a integridad a su cliente objetivo.
La humildad hace al empresario realista, humano, empático, mejorando a todas luces el vínculo, coexistencia o relación de calidad con sus colaboradores y clientes.
La humildad lleva al conocimiento clave en la vida personal y profesional. Esto se adquiere o perfecciona con la práctica escuchando a las personas con las que se interactúa para obtener información clave donde conocimiento e información siempre son poder.
La humildad hace al empresario más eficiente y exitoso porque tomará mejores decisiones que lo llevan al triunfo basándose en la humildad de aprender y aceptar lo que el otro ser quiere o anhela en el determinado bien o servicio que ofrece el empresario.
Los colaboradores son pieza clave en la vida de una empresa y también deben aplicar la humildad porque están en constante aprendizaje; es decir los colaboradores no solamente aportan sus valiosos conocimientos o experiencias profesionales a la empresa, sino también se aprenden cuando trabajan en una empresa.
La humildad aplicada a los colaboradores implica la aceptación, respeto y cumpliendo de las disposiciones o reglamentos internos de la empresa para que exista una sana, feliz y productiva coexistencia en el ambiente laboral donde hay multiplicidad de talentos.
La mejor forma de ejercer el valor y la virtud de la humildad es con el ejemplo, con palabras y acciones coherentes cuya efectividad se perciba en el mundo real; el cual tiene un impacto o efecto contagioso virtuoso que parte desde el líder empresarial, a sus colaboradores y finalmente sus clientes.
La humildad es un valor que debe formar parte de la cultura de una empresa, debe estar dentro de su escala de valores de sus integrantes y potenciarse con estrategias o dinámicas internas para que todos estén focalizados en ejercer y perfeccionar la humildad para poder disfrutar de sus beneficios o bondades.
La soberbia o prepotencia siempre terminan mal. No se puede surgir menospreciado lo que el otro ser piensa, quiere o anhela porque priva del conocimiento, de la armonía y de valiosas oportunidades de éxito.
El empresario existe para servir con el bien o servicio que ofrece al público; en consecuencia, la humildad siempre es y será una gran fuente de aprendizaje e información valiosa para tomar decisiones eficientes que lleven el éxito de la empresa todo en un clima de armonía y respeto mutuo.